Me preparo ante el fuego, pero ¿Cómo hacer para decirle? Articulo
mis miradas con precisión de arquero y dejo soltar mi flecha, que viaja hacia
vos como una peligrosa luz y me desmiento ante el nocturno, busco tus manos y
las siento como mías, como mis propios pulmones que se llenan de aire, pero
solo se desprenden algunas lluvias y me inmuto de sonrisas.
Pero, si vieras su
figura danzar con el viento me entenderías, si vieras sus lunas de plata, sus
cascadas de trigo, sus manos en las mías, su voz que me mira, ¡ah realmente me entenderías!
Dejarías caer las palabras tan temidas, como espinas que se esparcen entre los
pétalos de la rosa, pero con la suavidad de quien espera a morir, estaqueado de
pies y manos, amortajado por los brazos de mil cañones. Dejarías ver la hoja
que se esconde en el álamo ( ahora ) pero qué más proclamo que el eco del
árbol, para dejar mi cuerpo tendido ante tus fusiles.
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