domingo, 13 de noviembre de 2011

la jaula de la muerte

Se dice que oculta en algún barrio del sur de la provincia, está la Jaula de la muerte. Ésta parece una simple y vulgar jaula para aves, pero la realidad es que cualquier pájaro que resida en ella va a tener el fatal infortunio de la muerte. Cuentan los viejos sabios del Sur, que la jaula fue hechizada por un brujo, ya que éste, ofuscado por ver a personas insensibles cazando pájaros para luego meterlos en recintos y privarlos de toda libertad, creó un conjuro sobre la acontecida jaula para entregarles a las dichosas aves que pasaran por la misma, y que hayan tenido la desgracia de ser atrapadas por viles artesanos de la reclusión, el júbilo de la muerte. Entregándoles así la libertad infinita de un cielo inmenso para poder volar y hacer referencia a su carácter de espíritu libre.
 Yo mismo pude poseer esta jaula, entregada por mi padre, que al ver solemne el destierro espiritual de las aves que criaba, decidió encomendármela para que algún día le dé fruto a su pasión por las aves. Quizá nunca supo de los poderes de la jaula o tal vez no advirtió el hecho de que todo pájaro que pasara por allí perecería prontamente, o a lo mejor yo, desde mi ingenuidad, no pude percibir su manera de dar un vuelo eterno a las aves del sur. Lo cierto es que hace tiempo me olvidé de la jaula de la muerte, se rumorea que anda dando vueltas de hogar en hogar en los cuales algún pájaro esté pidiendo enardecido  caer bajo los barrotes de la Jaula.

sábado, 27 de agosto de 2011

Historia de los dos hombres


Se sabe que en el barrio del sur existieron dos hombres, uno absolutamente abnegado por su propia tristeza y su tan mala dicha, y otro que se mostraba fervoroso y dicho de su júbilo, uno era bello y fuerte y lograba captar la atención de las damas que deseaba, el otro era feo y tosco y lograba captar las mujeres que eran como él, éste último era sumamente amargado y nunca había conocido el verdadero amor.
 Aclaración importante: resulta  imposible reconocer a simple vista a ambos hombres.