jueves, 10 de mayo de 2012

De amores y olvidos (II)


Otoño
“(como la hoja que perece en otoño dejé mi espíritu caer)”

El destello de estaciones errantes
Abrazó mi alma como un ala quieta,
Y en el susurro de versos consonantes
Sentí las plumas que ya volaban desde albas remotas.

El frio sucumbió entre los cuerpos
Y el beso selló la quietud de las fases,
Alejándose como en océanos distantes
Alojándose como entre murallas impenetrables.

Me abracé a sus raíces
Y  el viento se llevó mi olvido
Aunque su amor se encontrara en la flor
Y en la hoja verdadera
Que seca en el otoño
Y vuelve con la primavera.